*Recorrer el mítico Barrio de Los Sapos es adentrarse a un espacio espiritual de paz y tranquilidad.
Foto reportaje: Daniel Casas
Puebla, Pue. – En las tardes, cuando el día se junta con la noche, las callejuelas del barrio cobran vida: matices de colores en el cielo, fachadas que respiran y calles que se mueven al compás de las pisadas.
Recorrer el mítico Barrio de Los Sapos es adentrarse a un espacio espiritual de paz y tranquilidad. Cuando se pone un pie sobre la zona del centro Histórico de Puebla, llega una sensación de felicidad.
Y cuando el sol se abraza a la noche, las postales que entran por los ojos llegan al corazón y al alma, que se niegan a abandonar el lugar.
El Barrio de Los Sapos también es punto de encuentro de amores y punto estratégico para encontrarse con otros espacios de belleza increíble, como Analco, el Callejón de John Lennon, el Zócalo y la Catedral, así como el Barrio del Artista con el Parián y el Callejón de la Fuga de Don Porfirio.
(Identidad Puebla)